Fecha: 01 de abril de 2016
1.
Para proponer una línea correctiva para implementar mejores prácticas que
eviten la corrupción, el tráfico de influencias y regulen los conflictos de
interés que se puedan dar en torno al desarrollo urbano de Pozuelo de Alarcón
se propone la creación de un grupo de discusión, debate y reflexión para los proyectos
e inversiones de crecimiento que se plantean en nuestra ciudad.
Esto surge con la actual situación de la Rehabilitación del Barrio de Coca
de la Piñera, donde se minimiza y se evade dar a conocer tanto el Informe
Técnico que avala la demolición de los edificios como el estudio de Impacto
Patrimonial, Ambiental y Social que pueda producir el derribo de las viviendas
del Barrio de la Coca de la Piñera . . . .
¿Cual han sido los criterios y parámetros seguidos en el Dictamen Técnico
sobre el estado del edificio para concluir que existan insuficiencias muy
graves de capacidad resistente de acuerdo con los métodos habituales y la
ORDENANZA SOBRE CONSERVACIÓN Y ESTADO RUINOSO para decidir su demolición?
La Concejalía de Asuntos Sociales de Pozuelo de Alarcón ha acelerado los
trámites para la renovación de contratos de arrendamientos de los vecinos de
Coca de la Piñera con el objeto de poder desalojar lo antes posible a aquellos
que pudieran incumplir alguno de los requisitos para permanecer en sus
viviendas.
El caso de Coca de la Piñera abre enormes interrogantes sobre los pasos
adecuados que como sociedad debemos darnos a fortalecer la transparencia activa
y de ello, surgen inevitables preguntas: ¿Puede acaso una institución pública,
financiada y regulada por el Estado, velar por el interés propio, o el de sus
miembros ocasionales, por sobre el interés colectivo que le da mandato, sentido
y le exige la máxima calidad posible en sus planes, proyectos y procedimientos?
. . . No hay que olvidar que en la campaña electoral ha habido un compromiso
sobre la rehabilitación del Barrio de la Coca de la Piñera.
Hoy la información, especialmente aquella que tiene directos efectos sobre
nuestra calidad de vida, debe estar disponible en todo momento y para cualquier
ciudadano, visible y accesible. Los recursos intelectuales y tecnológicos
existen de sobra para instalar una nueva forma de moverse, de disponer de datos
y administrarlos en el contexto de un sistema representativo y democrático. Llama
la atención la coincidencia con cierta impunidad que acepta que en Pozuelo de
Alarcón todo este permitido. Basta recordar las imputaciones de nuestros
representantes en el caso Gürtel.
2.
Las ciudades y las sociedades, para progresar, deben fundirse en grandes
acuerdos que les permitan trazar al largo plazo. Para que aquello funcione,
resulta fundamental que todos quienes concurran a la construcción conjunta de
una visión territorial urbana lo hagan desde la confianza y no desde la
apariencia y eso supone desde luego fundar las decisiones . . y fundarlas bien.
En Pozuelo de Alarcón se han destacado dos áreas diferenciadas; dos
ciudades una con necesidades y otra rica, el Pozuelo nuevo de viviendas de lujo
y mantenimiento alto y el casco antiguo (aún con puntales de madera sosteniendo
cables eléctricos) que ha marcado
durante décadas de años la ciudad y que no ha sido objeto de un plan de
rehabilitación ni buen mantenimiento. Esta pozuelo es la que necesita
urgentemente un proceso de intervención que inicie un estudio para elaborar
planes de rehabilitación donde participen; la población local, organizaciones
sociales, comerciantes, grupos políticos interesados en la recuperación de su
patrimonio histórico.
Dentro de la composición del centro histórico y del Barrio de la Estación
se pretende de forma oculta abrir una zona de alto nivel económico y expulsar a
los antiguos residentes que no pueden permanecer en la zona, ante la
incapacidad de hacer frente a los nuevos valores de renta y otros impuestos.
Ya sea por la expulsión de los propietarios e incluso los organismos
públicos que no aceptan la permanencia de la clase pobre en un lugar hermoso e
idílico programado para gente con buenos ingresos. La implantación de una nueva
actividad económica no debe implicar la expulsión de los moradores.
3.
Entretanto cualquier nuevo proyecto o rehabilitación en la zona del Barrio
de la Estación debe ser sustentable y no estar sólo al servicio de los
intereses de la iniciativa privada. Es necesario desarrollar estrategias
coherentes que potencien la preservación de los valores culturales y de la
calidad de vida local.
Por consiguiente, lo que hay es un lavado de población. ¡¡¡La
rehabilitación y restauración de edificios del Barrio la Estación ha formado
parte de las mismas estrategias!!! Y el
resultado es que se borra ese Barrio original . . . . Desaparece.
Sus pobladores tienen que alejarse a los alrededores de la ciudad para
continuar viviendo. El sentido de Barrio se va perdiendo.
La Rehabilitación de un Barrio no persigue otra cosa que la mejora de la
calidad de vida de los ciudadanos y no su expulsión de la zona. Rehabilitar el
Barrio de la Coca no debe implicar la expulsión de sus moradores ni su traslado
a otras zonas.
Los urbanistas, por su parte, no dejan de recordar que rehabilitar las
ciudades es una obligación que implica a los Ayuntamientos y en el caso del
Centro de Pozuelo de Alarcón y los Barrios de los años 50 y 60, que están muy
deteriorados necesitan un Plan de Rehabilitación.
La confianza, deteriorada en nuestro sistema político y de representación,
solo se tornará recuperable con intenciones de transparencia (Basta ya de
especulaciones urbanísticas en Pozuelo de Alarcón) y con demostraciones
explícitas que garanticen que el ser y el parecer caminen por la misma ruta que
fundamenta toda decisión técnica.
4.
La peor trampa para no superar ese estado imperfecto, ese “exitismo
conformista” que no permite reconocer los errores, es persistir como un mantra
señalando que la única y última palabra es unilateral. No dar a conocer el
estudio de los que se plantea en la Rehabilitación del Barrio de la Estación,
es solo una proyección más de todo lo que hemos visto en torno a los proyectos
de infraestructura conocidos para nuestra ciudad.
Nuestro gran déficit ha llegado a ser el dejar de sorprendernos de nuestra
tremenda incapacidad de coordinar, que en el fondo es la incapacidad de
conversar por la comodidad de operar en compartimentos estancos, tras un
escritorio y con anteojeras.
5.
SIN
TRANSPARENCIA NO HAY CONSENSO
Si
transparencia no hay consenso y sin consenso no hay posibilidad de
transformación urbana relevante y representativa. La transparencia no es solo
un deseo, sino una meta de la sociedad y también un propósito que debe inspirar
los procesos, la transparencia no está en su “momento mejor” de manera que las
instituciones deben hacer especiales esfuerzos para mejorar, no resistiéndose
al cambio y menos persistiendo en prácticas que son contradictorias con el
curso que la sociedad está intentando tomar.